Emiliano Salmeri, Servicio de Cardiología de la Clínica OCMI, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Augusto Lavalle-Cobo, Servicio de Cardiología de la Clínica OCMI, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Gonzalo Pérez, Servicio de Cardiología de la Clínica Olivos, Ciudad de Olivos, provincia de Buenos Aires, Argentina
Carolina Chacón, Instituto de Investigaciones Clínicas de Rosario, Instituto Cardiovascular de Rosario, Ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina
Diana Millán, Servicio de Cardiología de la Clínica del Sol, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Matías Arrupe, Servicio de Cardiología del Hospital Español, Ciudad de Mendoza, provincia de Mendoza, Argentina
Sergio Giménez, Servicio de Cardiología de OSEP, Ciudad de Mendoza, provincia de Mendoza, Argentina
Nicolás Renna, Servicio de Cardiología del Hospital Español, Ciudad de Mendoza, provincia de Mendoza, Argentina
Pablo Corral, Departamento de Farmacología, Facultad de Medicina, Universidad FASTA, Ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina
Introducción: La elevación de la lipoproteína (a) [Lp(a)] se asocia con incremento en los eventos cardiovasculares. Sin embargo se estima que la notoriedad que tiene en la comunidad médica es baja, incluso entre especialistas en cardiología. El objetivo de este estudio fue evaluar el grado de conocimiento sobre la Lp(a) que tienen los cardiólogos iberoamericanos y cuál es el manejo frente a su elevación. Método: Estudio descriptivo, de corte transversal, a partir de una encuesta estructurada, virtual y anónima, distribuida en forma abierta a cardiólogos de habla hispana en forma digital. Resultados: Sobre 376 cardiólogos que contestaron la encuesta, solo el 43.1% determina la Lp(a) de forma sistemática. Quienes no miden la Lp(a) tienen menos conocimiento de su estructura y del impacto clínico. Los que la miden tienden a tomar más acciones terapéuticas en relación con su resultado. Entre los profesionales que evalúan regularmente la Lp(a), la mayoría prefiere adoptar una conducta farmacológica activa frente a su elevación no solamente en relación con los hipolipemiantes, sino también a la antiagregación plaquetaria. Conclusiones: Solo cuatro de cada diez participantes de esta muestra de cardiólogos de América Latina y España determina los niveles de Lp(a), y quienes lo hacen toman más conductas terapéuticas en relación con los hallazgos. Se resalta la importancia de implementar estrategias de educación y concientización en la región.
Palabras clave: Lipoproteína (a). Enfermedad cardiovascular. Lípidos.